Habia una vez un niño... no puedo explicar con palabras la felicidad que me devolvia en las pequeñas cosas que compartiamos, en las tantas sonrisas de las que fui testigo, de la forma en que su pequeña alegria se expresaba y se trasladaba, entre otras personas, a su madre en los momentos que compartian juntos.
Habia una vez un niño... dueño de una sonrisa contagiosa, de muchas ideas ocurrentes de las cuales reprodujimos varias, de un abrazo sincero y de palabras justas, un niño tan grande como su pequeñez le permitia serlo. Fui feliz de compartir cada momento, alguna que otra travezura, un carrera como le decia el o el jutsbol (futbol), el parque, los chiquis, la playa y la compu.
Habia una vez un niño... ese niño se llama Facundo, quiero que todos sepan que lo llevo en mi corazon, y espero que su vida este llena de sueños, alegrias, y la fuerza necesaria para acompañar a su mamá, que es una gran madre.