viernes, 31 de julio de 2009

Un dia triste...un dia vacio.

Ayer fue un día en el que hasta mi soledad me desamparo, un día triste como esos que todos tienen… un día en el que faltan las respuestas… un día vacío de reacciones pero llenos de emociones encontradas… un día que confronta al punto de llegar a pensar o creer que abandonar una lucha comienza a ser una buena salida, en decir “tiro todo y de una vez”… un día de razones que sin razón me sobran, por cuanto siempre he mirado adelante, con la misma fuerza que he construido mis pasos y sin embargo, a pesar de mis logros que no me alcanzan, siempre tengo la necesidad de sentirme importante, de tener desafíos que me provoquen, de superar constantemente mis retos, pero aun así, ayer, hasta mi soledad me ha abandonado, porque si bien tengo una vida llena de sueños, he sentido el frío del vacío… vacío que enmudece, que ciega, que no deja oír, un vacío que hiere mas que los golpes recibidos, un vacío que ni siquiera me deja llorar.

Ayer fue un día vacío de esperanza y sentido, en el que la realidad constante hasta aquí se ha manifestado, ahogándome sin ahorcar, volteándome sin derribar, quebrándome sin golpear, dándole lugar a recuerdos que hieren y a reclamos de necesidad, entre carencias e impotencias... he aquí pues, la debilidad de mi persona desnuda: la ausencia de sentido.