No sería raro hoy decirte que no ha sido fácil, pero hay confianza,
que es cuestión de tiempo… que vendrás cuando tengas que llegar,
y mas alla de las circunstancias que nos fueran a condicionar,
en un segundo serás: instante de luz, abriendo ventana a la esperanza.
Ahora que estamos próximos a tu encuentro, a tu primer grito,
a tu primer llanto de vida, he de reconocerte, por inoportuno
que resulte este momento, sea quizá, el más justo turno,
de enderezar el camino, de sorprender al destino, ahora, finito.
Días diferentes, tan solo porque estas terminando el viaje
que te trae hasta aquí… al anhelo de tu madre, a la sorpresa
de tu hermana, a los ojos de tu padre, al refugio de esta casa,
días diferentes… el porvenir que llevas, sueños de equipaje.
Instantáneas de un año bisiesto… sonara en tu canción,
esa que he elegido, para ponerle música a este momento,
para echar palabras al misterio que encerrara tu encanto,
mientras descubres el mundo, dibujando alas a la ilusión.
Alumbraran tus ojos los días grises que no opacan tu llegada,
y asi continuaremos resistiendo, en camino, los embates
de la vida, el destino, liado que en tu risa desates,
bienvenida, eres semilla, en tierra que será sembrada.
Victoria, 10 de noviembre de 2.020.
