Te invito a no darnos por
vencidos… por sabernos fuertes en cada intento, convencidos a cada paso,
conscientes en todo acto, por no rendirnos a cada respuesta esquiva.
Te invito a equivocarnos…
porque el error enseña, que es necesario comprender y aprender en el ocaso, por
mantenernos en pie tras cada tropiezo, sin dejar de reconocernos.
Te invito a encontrarnos…
por vernos críticos para superarnos, tomando del camino lo bueno, como motivo
para continuar, y lo no tan bueno, que serviría para recordarnos en aprendizaje.
Te invito a revivirnos… por
cada momento en que nos sentimos caídos, cuando parece que todo nos supera y no
hay respuesta que alcance, nos queda en el momento, acompañarnos.
Al fin de cuentas… vivir nos
cuesta la vida, lo que no deja de ser, cada día, una nueva oportunidad… que te
invita!