miércoles, 24 de noviembre de 2010

Algún otro día como hoy.

Un día como hoy, hace 2 años atrás, a mi amor le llegaban los últimos golpes que podía recibir… por un lado, estaba siendo cuestionado casi a riesgo de dudas desde un “…mira a lo que amas…” para debatirme con “…Estoy tirando todo a la mierda…” y rebatirme en “…perdón por sacarte de mi vida.”. No tenia nada que perdonar, solo aceptar las cosas tal y como estaban siendo, aun cuando me significara renunciar.

No se si la vida dispone de terceras oportunidades, de terceros golpes como contrapartida… pero si se que esta llena de terceras opiniones, modos tan distintos como equivalentes… aunque estoy mas seguro de saber que elegimos y por esto, construimos una gran parte de nuestro destino, dejando el resto, a variables independientes.

A veces se me cuestiona desde fuera… desde donde es sencillo mirar las cosas y hasta ser juez y parte… pero muy pocos (casi nadie), sabe que recuerdos guardo, que he vivido en si y cuanto he sentido… ¿Qué guardo en la mochila de recuerdos? Muchos momentos vividos, unos que me recuerdan que es necesario luchar, otros que me siguen sorprendiendo y los últimos, que son los que me han marcado indefinidamente.

Un día como hoy, tenia frente de mi a la persona que, en pocas palabras, mas ame, casi sin mayores cuestionamientos, tal y como era, la mujer que estaba eligiendo… Nunca antes había visto llorar a alguien con tanto dolor, esos ojos azules que no dejaban de hacer rodar lagrimas, mientras enjuagaba así, las palabras que resonaron en todos mis sentidos… un día como hoy, intente secar unas lagrimas con mi silencio y abrazo, con mis palabras sinceras que tropezaban con frases opuestas.

No creo que haya podido ver mi dolor del momento, la impotencia que sufrí en esos instantes, porque seguramente tenia mucho mas dentro, que no estaba diciendo con palabras.

Un día como hoy, mientras también lloraba en silencio, estaba siendo la vez mas reciente en que, mientras secaba lagrimas con mis manos, besaba la frente y abrazaba con todas mis fuerzas de amor propio, tendría la oportunidad de reconocerme.

Muchos dirán que ha pasado suficiente tiempo ya… el necesario para que todo sea un simple recuerdo, pero nadie conoce el valor que tuvieron para mi tantos momentos, y seguiré siendo juzgado del mismo modo, porque (muy) pocos comprenden.

Un día como hoy… escribo para dar las gracias… por los golpes que me devolvieron a mi lugar.