Dorada (Golden) – Huntrix
Cinco años para la niña que le baila a todo… esa a la que le importa más el ritmo que el momento, y así sin pensarlo, va abriéndose paso al futuro, dejándome el privilegio del buen espectador, testigo fiel de tus gigantes conquistas y logros.
Cinco años para la niña que le canta a todo… esa que en un perfecto inglés arameo entona música sin miedo al éxito, no tiene momento preferido, solo canta al son que su mente y animo le dictan, en medio de sus juegos, de camino a cualquier parte… le encanta oírse.
Cinco años para la niña que pone sus colores a todo… esa que en sus momentos difíciles prefirió colorear los grises, la que te invita a dibujar escenarios, construyendo en su imaginación el reflejo de sus anhelos… pincelando emociones a trazos de radiantes colores.
Cinco años para la niña de los cuentos antes de dormir… esa que demanda historias inventadas a las que va corrigiéndole su curso como un personaje más, acomodando sueños de princesas, arco iris, unicornios y aventuras… brillando cuando se apaga la luz.
Cinco años desde tu llegada a las corridas de un viernes 13… como si fuera ayer que cambie tu primer pañal o la banana de postre (que jamás volviste a comer)… como si fuera ayer el baño al que te sumergimos junto a tu hermana (de la que sos su buena sombra)… como si fueran ayer las caídas por tus primeros pasos (que ahora son pasos de baile)… como si fuera ayer que oí la calidez del tono de voz esbozando palabras (que hoy son ideas)… como si fuera ayer del sueño en que estabas diciéndome: “Papa Te voy a curar” (y lo seguís haciendo).
Cinco años de abrazos sinceros a los que todavía me entrego.