Mientras escribo una de las pocas reflexiones en este lugar que hace las veces en mi vida de pasado y presente, me digo:
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella me sienta un extraño, a pesar de mis raíces y más allá de las alas que me da la experiencia.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella se me ignore, a pesar de los proyectos emprendidos y más allá de los logros aquí compartidos.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella me sepa vacio, a pesar de las oportunidades que me dio y más allá de las posibilidades que acepte.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella el destino duela, a pesar de los objetivos que me planteo y más allá de la compañía que dispuso.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella no imagine futuro, a pesar de la esperanza en sernos conocidos y más allá de las lecciones de haber crecido.
Soy hijo de esta ciudad… aunque a veces, estando aquí piense: “…la vida debe estar en otra parte…” a pesar de todo aquello que atrás y más allá me rodea… entre pasado y presente.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella me sienta un extraño, a pesar de mis raíces y más allá de las alas que me da la experiencia.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella se me ignore, a pesar de los proyectos emprendidos y más allá de los logros aquí compartidos.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella me sepa vacio, a pesar de las oportunidades que me dio y más allá de las posibilidades que acepte.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella el destino duela, a pesar de los objetivos que me planteo y más allá de la compañía que dispuso.
Soy hijo de esta ciudad… aun cuando en ella no imagine futuro, a pesar de la esperanza en sernos conocidos y más allá de las lecciones de haber crecido.
Soy hijo de esta ciudad… aunque a veces, estando aquí piense: “…la vida debe estar en otra parte…” a pesar de todo aquello que atrás y más allá me rodea… entre pasado y presente.